La International Energy Agency (IEA) publicó hace unos días un informe donde brinda una valiosa asistencia para aplicar en la recuperación sostenible de la industria hidrocarburífera, donde contempla establecer la escena de interacción entre COVID-19 y la energía, evaluar las posibles medidas de recuperación y diseñar un plan sostenible para la recuperación del sector energético a implementarse en forma urgente y con impacto inmediato.
El Plan de Recuperación Sostenible plantea tres objetivos principales: impulsar el crecimiento de la economía; creación de empleos y construcción de sistemas de energía más resilientes y limpios.
Según la IEA, se deben tener medidas a ser evaluadas según estos objetivos particulares:
Cronología o tiempo de implementación: medidas que pueden proporcionar un impulso inmediato a los empleos, ya sea porque son relativamente a pequeña escala y no requieren procesos de planificación prolongados o porque ya han pasado por estos procesos (los conocidos como “listo para la pala”);
Efectos en el empleo a corto plazo: cuanto mayor sea el número de empleos por unidad de gasto, cuanto mayor sea el impacto inmediato en el empleo y el crecimiento mejor. Esto se evalúa en cantidad de empleos creados por millón de dólares de inversión o gasto.
Provisión de empleos para trabajadores desplazados: crear empleos para los trabajadores que fueron despedidos como resultado de la pandemia o que trabajan en sectores donde es probable que se pierdan más empleos. Deberían proporcionar trabajo que requieren habilidades similares a las utilizadas en ocupaciones que han desaparecido, minimizando la necesidad de reentrenamiento.
Para cada tipo de tecnología y energía, brindan datos tabulados de los promedios de empleos que crean, y en qué plazos, los costos de las efectivas emisiones de CO2 que reducen, y la inversión asociada a la creación de cada puesto de trabajo. Para asignar cada medida del plan ponderan: cronograma (tiempo de inicio y puesta en marcha), efectos en el empleo en el corto plazo, oportunidades de empleo para los trabajadores desplazados por la crisis, beneficios de largo plazo y valorizan los costos anuales de la aplicación de cada una de esas medidas. Metas, datos, cifras, costos, tiempos, cómo se financia, quién y cómo lo paga, quien se perjudica y quien se beneficia, debemos aprender que son claves para lograr un plan exitoso.
El sector energético debe tornarse más resiliente y estar mejor preparado para futuras crisis, focalizar la inversión en la mejora y digitalización de redes eléctricas, en mejorar las instalaciones hidroeléctricas, extender la vida útil de la energía nuclear y aumentar la eficiencia energética.
Las energías limpias y vistosas y con mejor prensa, lamentablemente no son siempre compatibles con las posibilidades económicas y disponibilidad de financiamiento de nuestro país. Tenemos imperiosamente que analizar los costos y nuestras chances, poner los pies sobre la tierra, y darnos cuenta de la diferencia entre lo que podemos y lo que queremos. Un plan debe tener metas. Ser ambicioso, pero no utópico.
El plan de recuperación descansa en varios pilares de política energética según las circunstancias y necesidades de cada país:
1. Eficiencia Energética y Transición a Renovables
2. Cooperación Internacional
3. Movilización de Financiamiento Privado
4. Ayuda Especial para las Empresas en Dificultades
5. Desarrollo de una Sólida Cartera de Nuevos Proyectos
6. Proyectos Listos para arrancar de Energía Limpia
Las medidas de eficiencia energética obtienen una alta puntuación en términos de eficacia en todo el transporte, sectores de la industria y la construcción, y tienen una fuerte presencia en todo el plan. Proporcionan un impulso inmediato a los empleos locales y son medidas que permanecen en el tiempo.
Están los puntos transversales fundamentales para los países de bajos ingresos: acelerar los esfuerzos para proporcionar acceso universal a electricidad y soluciones para la cocción o cocinas, aumento inmediato en empleos locales y mejoras duraderas al bienestar social, señala la nota del ex secrtario de Energía de la provincia de Neuquén, Rubén Etcheverry en el diario “Río Negro”.
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