El geógrafo y especialista en sismicidad, Javier Grosso, analizó la relación entre la actividad no convencional de hidrocarburos y los temblores en Sauzal Bonito. Confirmó a Vaca Muerta News que dos operadoras de la cuenca neuquina ya implementaron un “semáforo sísmico”, con el que monitorean los movimientos que serían originados por las fracturas hidráulicas.
Para Grosso, la implementación de este “semáforo”, es el reconocimiento que los sismos detectados en Sauzal Bonito, localidad neuquina ubicada a pocos kilómetros de Fortín de Piedra, área de shale gas operada por Tecpetrol, son inducidos por la actividad hidrocarburífera.
Según adelantó, las operadoras que ya cuentan con un plan de acción para estos eventos son Vista y Shell. “Hay que recordar que el semáforo, con sus tres colores, reacciona ante determinados eventos. Puede marcar primero un color verde, es decir que detectaste al sismo, pero podés seguir operando. Luego está el color amarillo, donde hay una magnitud mayor y entonces tenés que espaciar las operaciones. Quizás, si estabas haciendo siete fracturas en un día, tengas que hacer tres. Y el rojo, es una situación de un evento importante, generado por tus operaciones”.
“Esto es algo que la sociedad no conoce, un semáforo sísmico interno, corporativo, en el cual, responden, frente al propio organigrama de la empresa, frenando, deteniendo o reduciendo niveles de inyección. En este sentido, ya está, de parte de las empresas el reconocimiento de la sismicidad inducida. No hay que esperar más certezas, ni investigaciones académicas que lo acrediten. Son las propias empresas que saben y reconocen que sus operaciones de fractura, generan los sismos”, afirmó Grosso, en declaraciones a Vaca Muerta News Radio.
“Las empresas que nos constan que ya tienen estos semáforos sísmicos son Shell y Vista” confirmó el geógrafo. “Es algo similar a lo que sucede en Estados Unidos, pero, a la vez, es distinto. Allá, en el estado de Oklahoma, por ejemplo, es el organismo estatal el que te dice cuándo continuar tus operaciones. Acá, ocurre puertas adentro del organigrama de la empresa. Es la propia firma la que tiene su reacción protocolar y no está públicamente informado a las vecinas y los vecinos, que son ellos los que están generando la sismicidad”, dijo Grosso.
Shell y el caso del 2020
En junio de 2020, la petrolera Shell suspendió sus actividades en el área de Bajada de Añelo, en la formación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta, tras registrarse actividad sísmica en la zona.
Los movimientos sísmicos se produjeron en Neuquén, que limita con la Cordillera de los Andes, y también del lado chileno, lo que motivó la suspensión de actividades de manera preventiva por parte de la empresa.
“Estamos evaluando la información disponible y la evolución de la situación durante el fin de semana para decidir el lunes cómo continuar. Vamos a retomar las actividades cuando consideremos que las condiciones son las adecuadas”, dijo Shell en un comunicado, y la actividad fue retomada a los pocos días.
La situación actual en Sauzal Bonito
“En Sauzal Bonito, el último registro fue del 15 de junio y en mayo, hubo varios eventos, luego de varios meses en que no ocurrieron sismos. El escenario hoy, en mitad del 2023, es bastante parecido a lo señalado últimamente, pero la parte favorable es que se está mejorando mucho en cálculo y registro de eventos sísmicos, ya que el INPRES (Nacional de Prevención Sísmica) tiene 8 sismógrafos instalados a la red nacional y eso genera mejores cálculos”, dijo. “También las operadoras, tienen en forma privada, otra red de sismógrafos más amplia”, agregó.
Grosso afirmó que tanto la comunidad académica y gran parte de la sociedad, está asumiendo que los temblores en Vaca Muerta son inducidos por las fracturas hidráulicas. “Ya son las propias las empresas las que no lo niegan y el estado tampoco. Se ha mejorado mucho el cálculo, la sismicidad sigue estando presente y estos sismos, de 2,6 o 3,6, en escala Richter, son de magnitudes bajas, muy superficiales y esto hace que su intensidad, sea elevada: tiembla el piso, tiemblan los vidrios, se resquebrajan las casas”.
“Además, a esto se suma la parte subjetiva, el malestar que genera despertarse a las dos, cuatro de la mañana o tres de la tarde y no entender de qué se trata. Éste es el escenario, al que se le agrega la construcción de viviendas antisísmicas”, agregó Javier Grosso.
“Ahora, lo importante es ver cómo se posiciona el estado regulador de las actividades que vengan. Si bien ofreció sus recursos para hacer viviendas, no termina de quedar en claro por qué lo hizo. ¿Por qué ofrecer viviendas antisísmicas, en un lugar donde no temblaban?, se preguntó Grosso. “Nosotros, hemos registrado 420 sismos desde el 2015”, recordó.
“Por ello, cuando el estado anunció la construcción de viviendas, de alguna manera, es un reconocimiento implícito al problema. Pero no hay un señalamiento hacia las empresas, en una posible y eventual responsabilidad civil frente a esta necesidad de construir una casa nuevamente, porque se rompió por los temblores producidos por el fracking. De alguna manera, hoy, todavía, las empresas están eximidas de esa responsabilidad. Podríamos tentarnos en decir que se está investigando y que no tenemos los datos suficientes para, concluir, si las empresas son las que fracturan, tendrían alguna responsabilidad en la rotura de las viviendas”, dijo Grosso.
“Pero ese dato, es un poco relativo, porque ya hay empresas que, frente a la Secretaría de Ambiente y a la Subsecretaría de Hidrocarburos, han mostrado su plan de acción, frente a la sismicidad inducida. Es decir, tienen un protocolo de semáforos sísmicos, con el cual actúan frente a esta sismicidad inducida. Si las empresas ya lo tienen, es porque ya están actuando de tal manera”, aseguró Grosso.
En referencia a Tecpetrol, que opera en cercanías de Sauzal Bonito, Grosso señaló que la empresa es “poco permeable a dar informaciones”. Y agregó: “si bien, en general, todas las operadoras responden al semáforo sísmico, no tenemos el dato específico si Tecpetrol, la empresa que opera en Fortín de Piedra, lo está respetando o no”.
“Toda la idea del semáforo sísmico, surgió por el conglomerado de empresas que se ven en la necesidad de comenzar a regular y alguna vez lo dijo Shell, allá en junio de 2020, que ponía en riesgo a sus trabajadores. Según nuestras fuentes, el riesgo es también sobre la maquinaria y sobre la infraestructura, por lo que se ven obligados a preservarse. Pero es difícil concluir sobre situaciones que no tenemos públicamente, la información que deberíamos tener”, indicó Grosso.
“Si esto es difícil para nosotros, imagínate para quienes viven en Sauzal Bonito, que llevan cinco años con sismos y que nunca nadie se acercó a decirles oficialmente, que esto lo produce el fracking, por lo menos para que sepan, que, ante una nueva etapa de fractura, en ese mes, puede que la zona vuelva a temblar. Pero como nunca se concluyó eso y se informó debidamente al pueblo, es muy difícil conjeturar y sacar conclusiones”.
Qué se dice desde la industria
Vaca Muerta News consultó a sectores de la industria sobre las prácticas implementadas ante la sismicidad inducida y si bien prefirieron no hacer declaraciones, señalaron la existencia de un protocolo. Una alta fuente dijo a Vaca Muerta News que “no es solo Vista y Shell. Hay una práctica recomendada y publicada en la página del IAPG que menciona este protocolo de funcionamiento, impulsada por YPF y que incluye a las empresas de la industria”.
En la página del Instituto Argentino de Petróleo y Gas (y se adjunta al final de esta nota) puede encontrarse un documento que data del 2021. “El objetivo de estas Prácticas Recomendadas es proponer una herramienta que sirva de guía a las compañías operadoras en la evaluación y mitigación de riesgos asociados a sismicidad inducida en operaciones relacionadas a la exploración y desarrollo de hidrocarburos”, se señala.
En otro de sus párrafos, sin mayores especificaciones, se agrega que “este documento integra la experiencia y el conocimiento de referentes técnicos de compañías petroleras en diferentes yacimientos de la República Argentina, así como especialistas en sismicidad inducida de compañías internacionales con experiencia en Estados Unidos, Canadá y otras partes del mundo”.
La importancia del rol del estado en el desarrollo de Vaca Muerta
Por último, Grosso destacó la necesidad de la participación y la regulación estatal en el proceso de los hidrocarburos no convencionales. “Esto es clave. Vaca Muerta está a un 7 u 8% y los volúmenes de generación de residuos, de una Vaca Muerta, donde todo un contexto global, indica que la norpatagonia pase a jugar más fuerte en el esquema internacional de los hidrocarburos”.
Es importantísima la gestión de control sobre el ambiente. El estado no puede mirar o estar esperando a ver qué le dicen las operadoras sobre qué van a hacer. El estado tiene que estar controlando. Todo esto ocurre al lado de un río, en una cuenca hidrográfica donde vivimos 900.000 personas. Si algún evento deviniera de un proceso de contaminación masivo de ese cauce del río, pondría en riesgo muchas actividades en todo el Alto Valle del Río Negro y Neuquén”, cerró Javier Grosso.
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