Por Darío Hernán Irigaray

Ya hubo dos intentos de conformar el Clúster Vaca Muerta, con presentación pública, participación de funcionarios provinciales y nacionales, que se esfumó en el tiempo. Lo contó el Ministro de Producción, Facundo López Raggi, en la última reunión de empresarios en el marco del Clúster Vaca Muerta.

Esta vez es distinto. No se hizo un lanzamiento público y se cuenta con el apoyo del Gobernador de la Provincia de Neuquén, Contador Omar Gutiérrez, y cada vez más empresarios desean sumarse, para colaborar, asociarse y potenciarse como empresas, y sobre todo relacionarse corporativamente ante las grandes compañías de servicios y operadoras.

Se están realizando reuniones regulares con las principales operadoras para aceitar los canales de acercamiento de posibles proveedores y está dando sus frutos. No obstante, la compañía que tendría que dar el ejemplo, que es supuestamente de bandera nacional, sigue manejando varios temas desde buenos aires, y acá realiza reuniones a puerta cerrada con los proveedores que ya conoce y no trabaja activamente para sumar nuevos. Si, hablo de YPF, que hay que darle un tirón de orejas.

En el desarrollo de Vaca Muerta las grandes compañías necesitan una licencia social en forma permanente para poder avanzar en sus operaciones, y eso no se logra dando migajas a las comunidades, si no hacer que su gente tenga trabajo genuino, pensar en ellos, capacitarlos y ayudarlos a crecer. Hoy algunas compañías lo hacen, aunque aún son pocas.

Vaca Muerta capta el interés de un país y un continente, sobre todo de los que son parte de la industria hidrocarburífera, buscando mejores oportunidades, y las empresas locales deben estar a la altura, ya que todas quieren un pedazo de la torta.

Aunque parezca ridículo y hasta increíble, existen en la región, en las provincias de Neuquén y Río Negro, empresas que no poseen algo tan básico como una página web, donde cuenten claramente que hace su compañía, servicios ofrecidos, trayectoria, una dirección de correo, un teléfono, y normas de calidad como la ISO 9001, que hoy es exigida en muchas ocasiones para contratarlas.

Profesionalizarse es la clave, a tal punto, que pensemos que es posible hacer crecer una industria que traspase los límites de la región y exporte a otros países productos y servicios locales. Son pocas, pero hoy ya existen compañías que lo hacen. Es posible. Cabe destacar ejemplos como el Clúster de Petróleo, Gas y Minería de Córdoba, que hoy exportan a una decena de países productos para la industria. Industria que no existe en su provincia, y más de una veintena de empresas ya se han radicado en Neuquén.

Las oportunidades hay que buscarlas, por ello, el Clúster Vaca Muerta se irá formando con el impulso de todos los que participen, sumando ideas, conociéndose el empresariado local, buscando la asociatividad ante necesidades que nos superen.

Sabemos que no es fácil y hay muchos desafíos por sortear. Lo importante es que se está empezando a sentir un aire de optimismo, de que si somos muchos y nos unimos, se podrán generar muchas más oportunidades para todos.