Ante una "supuesta" denuncia de venta de marihuana, dos móviles de Gendarmería se hicieron presentes en la casa de Ailin.
"Yo justo había salido a hacer trámites y cuando volví me encontré con esa escena", describió a este medio. Cuando había comenzado la pandemia por COVID se dedicó a vender semillas, fertilizantes y macetas para estas plantas en Plottier.
"Todos los productos, más ocho plantas en flora y 12 plantines chiquititos fueron los que se llevaron los efectivos", agregó la mujer, que está inscripta en el Programa a través del Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN). Esto quiere decir que por una patología personal, el Estado argentino la habilita a tener producción y consumo personal.
Según aclaró, las plantas eran para producir aceite tanto para ella, como para su mamá y su abuela, y la mercadería secuestrada le impedirá trabajar. Estimó lo que le sacaron "tiene un valor superior a los 120 mil pesos".
"Yo estoy muy metida en las organizaciones, milito hace muchos años por el cannabis. Hace 15 años que cultivo y siempre estuve militando, informando y haciendo eventos. Todo una vida de lucha. Y creo que eso habrá influido", explicó, al deslizar que este tipo de procedimiento fue "raro".
A partir de ahora, Ailin preparará junto con su abogada una presentación judicial. "Este viernes nos vamos a presentar junto con las organizaciones de todo el país que acompañarán. Y en la tarde, en el centro de Plottier, haremos una movilización para exponer lo que pasó y que no se persiga más", anunció.
Minutos después del allanamiento en Plottier, el Gobierno nacional envió al Congreso el proyecto de ley que apunta a establecer el "marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial" que apunta a fijar las pautas para la actividad y fomentar el desarrollo de la cadena productiva.
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