El Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Neuquén Río Negro y La Pampa reanudará las negociaciones con las cámaras empresariales el miércoles 16 de septiembre, en el marco de la primera reunión luego de la convocatoria a una conciliación obligatoria convocada el viernes por el ministerio de Trabajo de la Nación.
Además de las deudas salariales del 2019, en la reunión se incluirá el pago de unos 800 millones de pesos por deudas de aportes de salud, de parte de empresas de servicios especiales de Vaca Muerta.
"Es una deuda que ya lleva unos cinco o seis meses. En algunos casos, incluso más tiempo", afirmó Marcelo Rucci, secretario administrativo del sindicato, según publicó La Mañana de Neuquén.
"Son descuentos que las empresas aplicaron. Pero son aportes que no fueron girados para el funcionamiento de la obra social con la que le damos cobertura a miles de trabajadores", agregó el ex intendente de Rincón de los Sauces.
El viernes pasado, luego de la reunión que había mantenido el sindicato con la Cámara de Empresas Productoras de Hidrocarburos (CEPH) y la de Servicios Petroleros (CEOPE), el gremio le había dado "libertad de acción" a sus afiliados. En los hechos, se esperaba una serie de medidas de fuerza en áreas de Vaca Muerta, ante la falta de acuerdo por el pago del 16,2%, producto de la paritaria 2019 y que las empresas dijeron no estar en condiciones de afrontar.
Para intentar llegar a un acuerdo, Trabajo llamó a una conciliación obligatoria. El reclamo de la deuda a la obra social ya había sido realizado por el secretario general del gremio, Guillermo Pereyra, en más de una oportunidad.
“Nos están debiendo 800 millones de pesos. Alguien se tiene que hacer responsable. Está colapsando el sistema de salud de la organización sindical. Queremos sostener una obra social de privilegio, reconocida por la Superintendencia de la Nación, como la mejor obra social del país, incluida las prepagas, por los servicios que damos y porque no tenemos deudas”, señaló Pereyra.
El conflicto con las cámaras se inició al comienzo de la pandemia. Para evitar despidos se hicieron dos acuerdos para dar respuestas a unos 20.000 trabajadores que permanecían en sus viviendas por el aislamiento preventivo en los yacimientos, algo que impactó en una caída del 40% de sus salarios.
Las petroleras, con YPF a la cabeza, comenzaron a pedir una mejora del 30% en la productividad como una condición necesaria para atenuar el impacto de la crisis del sector. Los sindicatos vieron en ese posicionamiento empresarial un avance en el convenio colectivo de trabajo.
Y este escenario se complicó aún más, con el reclamo del 16,2% de incremento que impulsan los gremios de la Cuenca Neuquina, y en las últimas horas, cuando las empresas se negaron a dar ese aumento, la millonaria deuda estimada en unos 800 millones de pesos.
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